Think in Green | 2 Min. 📖

La palabra primavera proviene del latín vulgar prima vera, que significa literalmente ‘primer verdor’ y da nombre a la estación en donde todo florece, se vuelve verde y renace después del invierno.

Es tiempo de desperezarse, florecer y abrir el organismo. Un momento ideal para practicar détox tanto emocional como físico (ya que ambos procesos se refuerzan y complementan mutuamente). Nuestra piel también se despierta.
La energía comienza a subir otra vez. Si hemos hecho bien los deberes, la información interna que hemos reprogramado durante el invierno debe fluir a través de los canales colectores del riñón, permitiéndonos soltar definitivamente aquello que no contribuye a nuestro propósito de vida.

Gritar, llorar y dejarse mecer por el viento es otra manera de desprenderse de lo que no nos sirve para dar espacio a un flujo creativo de expansión y movimiento que nos nutrirá durante la estación más floral del año.

A nivel cosmético, es aconsejable buscar tratamientos descongestionantes, como un buen sérum o productos más ligeros que una manteca, para masajear los puntos clave de la estación y liberar tensiones. Si no utilizas cosmética emocional, añade unas gotas de esencias florales a tus cremas como Holly, Willow o Crab Apple. Considera tratamientos en cabina como la radiofrecuencia, ultrasonidos y/o presoterapia, que ayudan a eliminar la celulitis acumulada y preparan tu piel para expresarse libremente, dándole la bienvenida a un rostro y cuerpo con el efecto piel de vacaciones.