Emocional. Pocas palabras me transmiten tantas cosas como esta.

Una canción de Dani Martín, un estado para mi perfecto y algo que me ha definido durante años. Alguna vez me han dicho a modo de piropo, que lo que diferencia mi blog es que escribo siempre de manera “emocional”.

Así que era casi imposible que leer sobre “Cosmética emocional” no me llamara la atención de forma inmediata.

La idea la ha desarrollado Gisella Gil, una especialista en terapia floral del Dr. Bach, que hace unos años creó The Emotions Lab, la primera firma de Cosmética Emocional.

Pero… ¿en qué consiste?

La idea es bastante atractiva: Las emociones se reflejan en nuestra piel, eso lo sabemos todos.

El acné aparece en temporadas de estrés, la ansiedad puede provocar sudor, el rubor aparece cuando sentimos vergüenza… en todos estos casos, el origen de la reacción de la piel es emocional.

Entonces ¿por qué no intentar tratar esos estados emocionales para ayudar a la piel a estar mejor?

A partir de aquí patentaron un método que toma las emociones como elemento fundamental, para equilibrar desde dentro hacia afuera.
Cada línea contiene tratamientos para devolver el equilibrio de la piel y se aplica por vía tópica y oral.

Las lineas con las que cuenta The Emotions Lab se refieren a seis campos emocionales distintos:
– Body Wellness: interiorizando el  equilibrio y calma, la piel se mostrará serena y relajada.
– Feeling Life: vivir en positivo provocará frescura en la piel.
– Lakshmi goddess of beauty:  trata de conectar con la autoestima, confianza y belleza interior para tener una piel radiante.
– Sensuality: potencia la sensualidad lubricando, cuidando y regenerando.
– Body & Mind Drainer: para activar, detoxificar y descongestionar mente y cuerpo.
– Mental Decongestant: para  liberar tensiones, desbloquear y dejar que la piel se ilumine.

Como veis tiene al menos, algo nuevo que yo, me muero de ganas de probar. Ya os contaré.

Mientras tanto, podéis “cotillear” un poquito más sobre la marca en su web.